Tribuna

Redentoristas: dinamismo misionero

Compartir

Las urgencias pastorales requieren respuestas evangélicas igualmente urgentes. La comunidad parroquial de San Gerardo Mayela, animada por los misioneros redentoristas, asumió con esta actitud la urgencia de la acogida a personas de origen ucraniano que buscan refugio. La comunidad parroquial no podía esperar y tenía el deber de asumir el dinamismo misionero que tantas veces se había propuesto sobre el papel.



Muy pronto se dieron los primeros pasos para ofrecer un proyecto concreto, efectivo y serio con el mayor sello posible de oficialidad. La gracia de Dios haría el resto, y así fue. En este contexto nace el proyecto En Casa, de acogida urgente que podemos definir en cinco fases.

  • Fase logística: En los primeros días se movilizó a la comunidad comenzando por la creación de la base de datos y de los diferentes equipos que darían vida al proyecto: secretaría, familias de acogida, servicio, tutoría, cocina, equipo médico, donaciones en especie y asesores jurídicos. Dentro de esta fase debíamos iniciar la relación con las familias de acogida que habían ofrecido sus hogares y cumplimentar otra base de datos específica con información referida a la oferta de acogida. Para ello se creó el equipo de atención telefónica que ha llamado a las 98 familias de acogida que hemos registrado hasta el momento. Al mismo tiempo iniciábamos la relación oficial con las instituciones en frontera (ayuntamientos de ciudades polacas cercanas a la frontera, ONG o iniciativas privadas con certificado institucional), así como la relación con las ONG nombradas por el Gobierno que regulan, supervisan y atienden la llegada de refugiados a España.
  • Fase de llegada: En este momento se activan tres equipos: servicio, comida y tutoría. El primero se encarga de las recogidas en los puntos de llegada. El segundo se encarga de la elaboración de un picnic de bienvenida. El equipo de tutoría, compuesto por ucranianos residentes en España, presta, sobre todo, el servicio de traducción.

Guerra_ucrania_ElPais_España

  • Fase de acogida: La tercera fase da comienzo cuando los refugiados son acogidos en el centro que las Oblatas del Santísimo Redentor han puesto a disposición del proyecto. Este espacio supone el centro de primera acogida. El proyecto cubre la manutención total de los acogidos en esta fase gracias a la generosidad de los miembros de la parroquia. Posteriormente, se acompaña a los refugiados a Cáritas parroquial donde se les realiza una entrevista para localizar y cubrir necesidades básicas.
  • Fase de regulación y destino: La cuarta fase exige tiempo. Depende, sobre todo, de los plazos de atención que marca el centro oficial del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Desde el proyecto solicitamos la cita y presentamos a los acogidos hasta que el Ministerio asigna una cita a cada persona que debe personarse para la regulación de la documentación.
  • Fase de acompañamiento: La quinta y última fase se centra en el acompañamiento de cada uno de los procesos hasta que cesa el vínculo con nuestro proyecto. Hemos detectado que en las últimas semanas ha descendido notablemente el número de acogidos. Además, algunos de los refugiados están marchando a otros países europeos que ofrecen mejores condiciones laborales. Ahora nos preguntamos, como comunidad, si podemos reformular el dinamismo misionero que ha generado este proyecto temporal y convertirlo en una razón de ser estable de la vida parroquial.

Remar en una misma dirección

A pesar del horror que se descubre en los diálogos con las personas acogidas, estamos viviendo un tiempo de gracia para la parroquia. Experimentamos que es posible remar en una misma dirección, con un mismo sentir, descubriendo cada uno su lugar para servir.

Además, sus testimonios enriquecen la vida de fe de la comunidad. Lo hicieron especialmente el Domingo de Ramos. Cristo sigue crucificado en cada uno de ellos y, al mismo tiempo, nuestra fe pascual nos dice que esas cruces se tornarán cantos de aleluya y de gozo porque detrás de la cruz viene la resurrección y la vida. Que también nosotros, y ellos especialmente, resucitemos con él.

Lea más: