Ahora llevamos las estampitas en nuestros teléfonos móviles. Hay cuentas de Instagram dedicadas a los santos llenas de imágenes acompañadas de frases y oraciones. Y, gracias a vídeos y retransmisiones en directo, los “lugares de culto” se pueden encontrar online. La primera red social a la que se trasladaron las devociones populares es Facebook, donde están las comunidades más numerosas.
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Algunos han comenzado a colonizar Tik Tok como una cuenta brasileña dedicada a Santa Rita, “santaritadecascia”, en la que pueden verse desde videos clásicos acompañados de música sacra, a otros con imágenes de la santa al ritmo de música electrónica y sacerdotes bailando salsa y merengue.
La reina de la web es ella, Santa Rita da Cascia, la santa de los milagros y las causas imposibles. En Instagram tiene varios perfiles. Casi 2.700 seguidores tiene uno de los más seguidos entre los italianos y casi 25.000 los dos brasileños. Las páginas de fans suman más de 50.000 seguidores. El perfil de las monjas del monasterio de Cascia acumula casi 20.000 seguidores en Instagram y más de 650.000 en Facebook.
Cuando no se trata de monasterios o instituciones eclesiásticas, estos perfiles se gestionan desde abajo. Suelen ser cuentas individuales o grupales, siempre muy activas, que incluyen oraciones, imágenes, aniversarios e historias de vida de los santos. Incluyen peticiones de intercesión, como la de “una pareja en crisis de amor” que escribía: “Señor Jesús, ¿qué nos está pasando? Hace un tiempo que las cosas no van bien entre nosotros: peleamos por nada, gritamos, nos ofendemos y desconfiamos el uno del otro. Señor Jesús, el oleaje es muy fuerte, por intercesión de Santa Rita, santa de la familia y del perdón, no dejes que nos hundamos, por nuestro bien, por el bien de nuestros hijos y por el bien de todos”. Y en los comentarios, decenas de ellos comparten algún “amén” y emoticonos como manos juntas, corazones y rosas rojas. Las rosas de Santa Rita.
Santa Rosalía tiene miles de seguidores y cuenta con perfiles en su nombre donde confluyen cientos de devotos. A estos se une el perfil oficial de la catedral de Palermo, seguido por más de 3.000 personas en Instagram y por más de 110.000 en Facebook. Los usuarios se dirigen a la santa como a un familiar, con oraciones, fotos y pensamientos antes de dormir. Le hablan hasta en dialecto palermitano.
Santa Teresa de Lisieux es otra de las reinas de las redes sociales. Fallecida a los 25 años en el monasterio carmelita donde había pasado la mayor parte de su vida, es doctora de la Iglesia, patrona de Francia como Juana de Arco, patrona de las misiones y protectora de los enfermos. La iniciativa de su hermana que, en 1898, publicó sus diarios bajo el título Historia de un alma, hizo crecer su imagen pública.
Promover la devoción
“El objetivo es promover la devoción a Santa Teresa de Lisieux, –escribe el fundador de una página dedicada a ella– meditar sobre su poderosa intercesión cerca del corazón de Dios y orar por el mundo entero, por todas las peticiones que llegarán a nuestro grupo”. Hay miles de seguidores en todo el mundo y una usuaria explica por qué: “Lo que nos mueve es su teología del pequeño camino: buscar la santidad no en las grandes acciones, sino en las acciones cotidianas, incluso las más insignificantes”.
Santa Clara tiene dos perfiles abiertos con la definición explícita de “figura pública”. Uno, gestionado desde Italia, en Facebook. El otro, en Instagram, procede de Oriente Medio. Otras santas populares en las redes sociales son Santa Ágata, Santa Faustina Kowalska, Santa Bárbara, Santa Lucía, Santa Ana o Santa Brígida.
*Artículo original publicado en el número de noviembre de 2021 de Donne Chiesa Mondo. Traducción de Vida Nueva