En la parte primera del artículo presente, quiero retomar algunas ideas que quedan abiertas para ser más precisos a la hora de plantear algunas claves pastorales para acompañar a personas necesitadas de Dios y que atraviesan momentos de soledad, ojalá sea de manera sencilla, ágil y precisa, pero profunda para plantear algunos tipos de soledad del ser humano, que hoy se replantea sobre su mismo propósito de vida y más cuando somos cuestionados en la fe y la eterna compañía de Dios.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- PODCAST: Presidencia sin presidencialismo
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
1.-Soledad negativa o perversa de los que se sienten solos vs Dios de la eterna compañía
En el mundo existen solitarios por miedo, que se apartan del mundo. Su gesto principal es la apatía y son recelosos con los otros. ¿Qué les falta? Una voz amiga…una auténtica amistad…ser reconocidos en la sociedad no por lo que hacen, sino por lo que son… (Tomado del artículo del P. Carlos Triana, Cjm. “Al Dios de la eterna compañía”. Rev. Flia eudista. 1996. P. 44-45ss), a veces encontramos solos en cualquier lugar, ahora es típico encontrar personas leyendo libros en un café, en un centro comercial, en un parque, ahora la era del wapsap nos mantiene conectados con el mundo externo más que el cercano, ahora las últimas noticias a la mano son las redes sociales, que nos son creíbles como pensamos: es interesante ver en Transmilenio de Bogotá jóvenes con sus audífonos (conectados con el mundo de la música, mayoría de veces, pero a la vez desconectados del entorno y de lo más cercano), al igual que el metro de las grandes ciudades en otras partes del mundo… están conectados con el mundo pero desconectados de lo que pasa alrededor… ¿será que esto ayuda a desestresar o a estar más tranquilo?
Confrontaciones vs. aporte pastoral:
A.-Lejanía vs cercanía
Establecen contactos superficiales con los demás, solo preguntan la hora o algo especifico en los medios de transporte, pero no se involucran con nada, si pasa alrededor algo no les gusta que los tengan en cuenta. Son como le Levita y el Sacerdote que pasaron de largo pero no atendieron la víctima, porque no ayudaron o no se sintieron implicados, ni tuvieron misericordia de la víctima. Por eso, la Iglesia debe estar atenta a presentar una imagen de un Dios cercano, que se abaja, se hace hombre como nosotros, para escuchar, la pastoral de escucha y cercana, que en muchos lugares se llama de la misericordia debe ser realmente para los más alejados o los que necesitan encontrarse consigo-mismos. La pastoral se convierte en un encuentro con la cara del que se siente solo(a) y lo acompaña para escuchar y ayudarlo. Es un reto la pastoral de escucha, a veces no decir nada solo escuchar es una clave para ayudar de manera asertiva.
B.-No arriesgarse por nada vs el riesgo al voluntariado
existen personas que por sus experiencias desafortunadas no se arriesgan a dar amor, ni recibir amor, no saben manejar el afecto que se da y se recibe, el activismo puede convertirse en substitutivo del amor y el afecto. Para este tipo de personas el voluntariado, el servicio social en un lugar, ayudar a las personas a través de obras sociales se convierte en un motivante para poder sanar su corazón, haciendo el bien y sin mirar a quien. Es un reto para nosotros hoy no caer en el activismo como sustituto del vacío existencial, toda acción debe estar bien orientada con un fin y en una institución, porque en sí mismo no es lucrativa ni busca el reconocimiento, simplemente ayuda en el momento oportuno y a las personas en su necesidad. Esta acción llena el corazón de las personas y va sanando las heridas de la vida.
C.-Son resignados vs la esperanza
Se resignan a vivir con la herida abierta, recordemos el síndrome de corazón roto, investigado por diferentes causas, como un suceso físico o emocional intenso es el que da paso al síndrome del corazón roto. Todo aquello que cause una respuesta emocional fuerte puede desencadenar esta afección, buscando compañías que no llegan, soñando con el amor platónico, o buscan llenar su vacío afectivo con cosas materiales…sufre por dentro, se distingue de un ataque cardiaco.
“Fue descrito por primera vez en los años 90 en Japón. Se le denominó Tako-Tsubo porque así se llama una vasija, abombada y con el cuello estrecho, usada tradicionalmente entre los pescadores nipones para atrapar pulpos. Entre sus causas encontramos que el 85% de los casos reportados son mujeres post-menopáusicas, con estrés emocional o físico repentino e inesperado causando una liberación excesiva de adrenalina, que puede dañar temporalmente el corazón de algunas personas.
Algunos desencadenantes suelen ser: noticias sobre la muerte inesperada de un ser querido, diagnóstico médico aterrador, perder o incluso ganar mucho dinero, actuar en público, divorcio, desastres naturales, etc.” Esto me recuerda la película “alguien tiene que ceder” una película del año 2004, donde un exitoso ejecutivo se enamora de una mujer mucho más joven que él, pero sufre un infarto en su casa y queda al cuidado de la madre de ella, formando un triángulo amoroso, pero al final debido a varias situaciones de arritmias o dolor en el pecho, esto es síndrome de corazón roto descubre que la causa no es física, sino es que realmente es una carga emocional que no tiene nada que ver con su corazón sino con sus experiencias fuertes vividas en ese contexto, pasa de ser un soltero que busca llenar su vacío con jóvenes a un compromiso serio de una persona que le impactó su vida.
¿Qué descubrió? Que las emociones no todas depende del corazón físico, sino del corazón emocional-afectivo, no todo es físico, existen también enfermedades psico-somáticas y entre ellas una de nuestra época, llamada el estrés silencioso, pero que va enfermando a muchas personas.
En el caso pastoral, el corazón de pastor debe estar atento a sus ovejas que sufren para ayudar a sanar con una pastoral de sanación interior y acompañamiento para superar sus situaciones límite o fracasos emocionales, es interesante como hoy en día equipos interdisciplinarios de psicólogos y sacerdotes realizan seminarios de sanación interior para ayudar a este tipo de personas que han pasado por situaciones difíciles, en el caso del ministerio de sanación, cada día las personas nos buscan para ser ayudadas y superar sus situaciones, nosotros hemos dominado la pastoral del corazón que sana en la escucha y se acompaña el proceso como un pastor según el corazón de Dios.
D.-Resignados vs grupos de apoyo
Se resignan a dejarse vencer por su propia felicidad y a refugiarse en el aburrimiento de un sexo sin hondura, de un alcohol sin alegría, en la dispersión de mil ocupaciones, en el olvido de sí mismos, con las drogas de la TV, del tabaco….
Esta soledad sin apertura es la actitud de aquellos que sintiéndose avaros de sí mismos, dominados por el miedo de perder lo que poseen, prefieren encerrarse en su pequeña vida interna, ganan el mundo y se pierden a sí mismos en él.
Esta soledad no podrá sanarse con los programas radiales para “solos”, ni con los encuentros organizados por agencias de “amistad”, ni con el opio de los Medios de comunicación moderno (internet…chat…)…, ni con el activismo… pero si se puede colaborar con los alcohólicos anónimos, grupos de apoyo y ayuda profesional pertinente con terapias en grupo o personales para superar adicciones y. sanar cualquier esclavitud que se tenga.
En el fondo ¿Qué hacer? ¿Dónde está la raíz de la soledad o de cualquier esclavitud? Asumir, aceptar la soledad o la esclavitud de cualquier adicción sin autoengaños, sin narcotizantes, ni sustitutos…..
Tomar medidas para controlar el estrés emocional puede mejorar la salud del corazón y ayudar a prevenir el síndrome del corazón roto. Algunas maneras de reducir el estrés o tomar control de este son las siguientes:
- Haz más ejercicio.
- Practica la atención plena.
- Conéctate con otras personas en grupos de apoyo.
- Voluntariado en diferentes ámbitos sociales
2.-Soledad de los excluidos o los de la “periferia” (Papa Francisco)
Son los marginados, aquellos que han sido dejados solos, que aunque desean abrirse no son capaces. Aman con intensidad pero su cariño no es aceptado. Este tipo de solitarios muchas veces son los pobres, encarcelados, enfermos, ancianos, extranjeros…(Tomado del artículo del P. Carlos Triana, Cjm. “Al Dios de la eterna compañía”. Rev. Flia eudista. 1996. P. 45ss). Los que están en la periferia, el papa Francisco nos ha repetido en varios discursos que la Iglesia debe estar en salida hacia ellos, hacia los marginados y oprimidos, porque son las periferias del mundo que debemos realizar una pastoral efectiva de escucha. Se caracteriza porque rompe los corazones e impide las relaciones, se sufre por dentro y son rechazados. No podrá sanarse con las asociaciones de benevolencia, ni con la caridad de los ricos, sino con la justicia y el amor.
3.-Soledad noble del intelectual
En los artistas, sabios, filósofos, investigadores, estudiosos…a causa de su misión específica se caracterizan porque viven momentos y espacios de silencio, de profunda soledad. Alimenta la imaginación, nutre el espíritu y fecunda el corazón. En función de un trabajo, ideal…se convierte en camino de creación, producción, que antesala a la praxis fructífera……(Tomado del artículo del P. Carlos Triana, Cjm. “Al Dios de la eterna compañía”. Rev. Flia eudista. 1996. P. 45ss). Yo creo que muchas personas que hacen el bien y crean algo nuevo deben tener momentos de silencio para abrir su mente y sobrepasar los límites humanos, lo que antes nadie había imaginado, ni siquiera ellos sabrían que iban a llegar a ese punto que llegaron, pero esa es la vida de muchas personas que crean algo nuevo y aportan a la humanidad sin importar su creo o su religión, diría Karl Ranher: “cristianos anónimos”
4.-La soledad como una experiencia profunda con Dios
El hombre, es un ser espiritual, que quiere regresar a su mundo interior, y se ensimisma en la apertura al absoluto. Se concentra interiormente….descubre que en su hondura existe un misterio que lo desborda y que le hace relativizar completamente las presencias y valores de la tierra. Por eso se recoge, cuando quiere vivir la gracia, sentir la plenitud de un don que lo transforma interiormente. (Tomado del artículo del P. Carlos Triana, Cjm. “Al Dios de la eterna compañía”. Rev. Flia eudista. 1996. P. 45ss).
Podemos evidenciar que la soledad hace parte de la vida, y que los tipos de la soledad no nos pueden llevar a los miedos de “estar” solos, algunas características de la soledad que podemos definir son:
La soledad nos lleva a la depresión y al abandono, pero la palabra de Dios nos dice: “no te abandones a la tristeza”
El egoísmo nos encierra en soledad
El orgullo nos aísla en soledad
La ira nos coloca barreras que nos aíslan
La falta de perdón no hace sentir soledad
La baja autoestima nos conduce a la soledad
Las discusiones y la incomprensión producen soledad.
En fin, a pesar de ser un tema importante y crucial, este es uno de los temas que exigirían ser ampliados, es real sentir miedo a la soledad, es el mal de la época actual que ataca a personas de carne y hueso, no solo la vemos en el metro, lo vemos en las calles, en los parques, en los centros comerciales, en los cines, en las Iglesias… en todas partes, pueden existir muchas personas alrededor y muchas personas que nos acompañan, incluso la familia y en el fondo del corazón nos sentimos solos(as).
Es un fenómeno que debemos enfrentar con tranquilidad, la soledad positiva o creativa que nos ayuda ser mejores, Jesús afronto la soledad del desierto, donde se encontró con Dios y pudo superar su soledad obedeciendo al Padre; pero existen muchos tipos de soledad negativa que no nos ayuda a crecer, sino que aísla, está quebrado por dentro, porque no ha podido trabajar sus mayores temores por los miedos no superados desde el vientre materno, o en la infancia… no importa la edad, siempre debemos trabajar sobre nuestros mayores temores y miedos para vencerlos como David que venció a Goliat, porque puso su confianza en el Señor y pudo encontrar el punto débil de Goliat, gracias a su fe en el Señor. Así mismo pasa con nosotros hasta que no nos enfrentemos a nuestros mayores temores no podremos vencer a ese Goliat del miedo que está a la puerta de la casa y en la cama en momentos donde ya no tenemos nada que hacer y en la más profunda soledad.
El papa Francisco, en su discurso invita a vencer la tristeza, porque la soledad, la amargura, el vivir sin ánimo, no es de un creyente con convicción, es una manera de decirnos que la tristeza lleva a las enfermedades del alma, porque nos aleja de la alegría, ya que es un fruto propio del regalo del Espíritu Santo. Creo que es acertado decir con el papa que no podemos entristecer al Espíritu con el pecado que nos aleja del amor de Dios, ni con el miedo o la tristeza, porque nacimos para ser felices, alegres y llenos de paz interior que solo Jesús nos da.
Por Wilson Javier Sossa López. Sacerdote eudista del Minuto de Dios