Tribuna

Un delito abominable, venga de quien venga

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La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) ha elaborado unas líneas guía para tratar los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos o religiosos, que están contenidas en el documento ‘Cuidando nuestros tesoros’.

En base al Derecho Canónico (canon 1717 § 1, § 2), en el momento en que el obispo de una diócesis tenga noticia, al menos verosímil, de un delito, se le exige que investigue con cautela, personalmente o por medio de una persona idónea, sobre los hechos y sus circunstancias, así como sobre la imputabilidad, a no ser que esta investigación parezca del todo superflua. Hay que evitar que, por esta investigación, se ponga en peligro la buena fama de alguien.

Un joven ora en una iglesia

Al recibirse la acusación, el obispo (ordinario) debe:

1. Investigar (personalmente o a través de otro).

a. Se entrevista a la víctima.

b. Se entrevista al acusado.

c. Quien investigó presenta una síntesis al obispo (ordinario), incluyendo sus propias conclusiones.

2. El obispo (ordinario), con dos sacerdotes consejeros, escogidos por él mismo, estudia el caso y define si se cometió el delito y si es imputable al sacerdote acusado.

3. Enviar toda la información a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Esta decide si acoge para sí el caso o lo remite al obispo (ordinario) para que emprenda el proceso administrativo.

4. Este proceso terminará con la absolución del acusado o una sanción acorde con el delito cometido.

También establece la formación de un equipo interdisciplinario en cada diócesis, para la aplicación de las líneas guía. En cada diócesis se nombrará un sacerdote para recibir estas denuncias y se formará un equipo interdisciplinario para la atención de las víctimas y del sacerdote o religioso acusado. Pero, especialmente, este equipo estará dedicado a la formación para la prevención de estos delitos.

Los obispos panameños estamos comprometidos para prevenir cualquier tipo de abuso sexual a menores. El mismo es un delito abominable, venga de quien venga.