Tribuna

Virgen del Carmen: conoce un poco más sobre esta devoción tan antigua

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Al adentrarnos en la Palabra de Dios, podemos ver al profeta Elías orando en el Monte Carmelo, ubicado al norte de Israel (1 R 18), y precisamente desde allí el profeta viene para acompañarnos a reconocer al Señor en medio de la calma, y para enseñarnos que Dios permanece con nosotros ante la adversidad, y ante el peligro. Además, también nos anima a salir de la cueva de la angustia y de la desesperanza para continuar el camino.



Y es precisamente en este monte que, siglos después, se congregó la orden religiosa de los carmelitas, inspirados en el profeta Elías, para dar comienzo a la veneración de la Virgen María, bajo el nombre de Nuestra Señora del Monte Carmelo o Virgen del Carmen. Ya en la época de la colonización de América, misioneros españoles habían difundido la devoción.

Poco a poco, en el transitar de la vida, las personas comenzaron a recurrir a la Virgen del Carmen en situaciones tormentosas: cuando los sentimientos y los pensamientos agitaban el corazón, cuando las adversidades y los problemas no permitían vivir con esperanza, cuando el miedo y la angustia los encerraba en su interior, cuando debían ir a otros lugares por mar o por carretera y enfrentar diversos peligros.

Virgen del Carmen

Virgen del Carmen. Foto: Hozana

Fue así que en María, encontraron la luz que los guiaba a través de la tormenta, para descubrir Al Señor en medio de ella, calmando la tempestad; entonces encontraron el refugio seguro para salir de la cueva de la incertidumbre y la desesperanza, así como la protección cuando debían viajar por mar o por tierra, y por estas razones, se convirtió en patrona y protectora de los marineros, quienes la conocen también bajo el nombre de Stella Maris (Estrella del mar en latín). También se le reconoce como patrona de los conductores, quienes cada año en vísperas de su fiesta, el 16 de julio, adornan los vehículos con globos, cintas y flores recorriendo las calles en su honor.

Lo que caracteriza esta devoción, es la práctica de la humildad y la confianza en ella y en Jesús, a quien vemos en sus brazos como un niño en la imagen de esta advocación.En otras palabras, acudir a la Virgen del Carmen es regresar a la esperanza, a la luz, y al amor, no para evadir la adversidad, el peligro, la tempestad o el largo camino, sino para descubrir la suave brisa en el monte de nuestro corazón como lo hizo el profeta Elías. De este modo, rezar a la Virgen del Monte Carmelo es encontrarnos cara a cara con el Señor que siempre espera ese momento para hablarnos.

De hecho, hay tanto ruido afuera y adentro, que no logramos escuchar. Pero no nos desanimemos: ¡la Virgen del Carmen nos ayuda y acompaña a volver al corazón al Señor!

Por tanto, volvamos al Carmelo de nuestro corazón en comunidad y aceptemos esta hermosa invitación de 9 días en los que aprenderemos a reconocer esa suave brisa de la presencia del Señor con nosotros, contigo: Novena a la Virgen del Carmen.

¡Que la Virgen María, Estrella del Mar, ilumine nuestras vidas!

 

*Redactado por la psicóloga Katherine Ortiz, en colaboración con Hozana.